13 principios básicos
- Educar es educarse. La importancia de la Ejemplaridad. «Actos son amores y no buenas razones». La inutilidad de los discursos parentales. Sermones vs. acciones. «Los niños no escuchan lo que decimos, escuchan lo que sentimos y hacemos» (M.A. Santos Guerra». Honestidad.
- “Si funciona, no lo arregles”. Y si no funciona, arréglalo. Aunque no sepas cómo pero no sigas usando lo que no funciona.
- Cortar las reacciones en cadena. Siempre que los padres hacen A, los hijos, hacen B (que no queremos) Solución: Dejar de hacer A.
- Iluminar lo que importa. Ignorar la conducta a extinguir. Alabar, reconocer, aplaudir todo aquello que queremos ver en nuestros hijos, ignorar todo aquello que queremos dejar de ver en ellos/as.
- Si es que sí, siempre sí, y si es que no, siempre no. Un camino amplio pero delimitado proporciona seguridad.
- “Donde hay Capitán, no manda marinero”. La importancia de los límites, la responsabilidad de cada uno en la familia. Respeto y Generosidad entre todos los miembros de la familia.
- Educar para las tempestades. Ante las tormentas, desarrollar serenidad, calma y seguridad. Consistencia emocional para hacer frente a cualquier contratiempo.
- La contemplación. El rincón de la paz. Contemplar juntos y cada uno/a las situaciones y las personas. Darles su tiempo y la paciencia necesaria. Considerar a cada uno/a.Contemplar juntos las estrellas. Dar espacio a lo misterioso e incomprensible.
- La familia “a son de mar”. Ningún barco sale de travesía sin haber repasado que todo está bien: velamen, motor, jarcia, aparatos electrónicos, etc. Tampoco sale si el parte meteorológico anuncia mal tiempo o fuertes vientos.
- La Atención serena y permanente. Aunque relajado/a, el marinero/a nunca pierde la atención de 365º grados. Observante de cualquier posible cambio en el ambiente que indique posible mal tiempo para que no le pille desprevenido/a.
- La importancia del silencio. Aprender a callar a tiempo. Las palabras no llegan a todos los rincones del cuerpo y mente de un niño/a. Ser ejemplo de contención y manejo de las emociones. Saber desaparecer y quitarse de en medio. Práctica de la interiorización e introspección.
- Los/as hijos/as como nuestros/as Maestros y Maestras. Aprender de y con ellos/as. Desarrollar una escucha atenta y consciente además de una mirada sensible. “No sé, y tú ¿qué piensas?” Construir juntos el conocimiento. Investigar la vida y la muerte. Deconstruir juntos lo que no sirve. Los niños sí traen un manual bajo el brazo pero hay que saber descifrarlo. Humildad.
- El humor, el ingrediente que transforma las situaciones. Nos permite distanciarnos de la situación para gestionarla mejor y despersonalizar lo que ocurre para ver con más claridad y ecuanimidad.
