8 antídotos para el miedo a la muerte

Formación presencial de fin de semana

«Quiero traer el curso a mi ciudad»: escríbeme a  marcortina.curso@gmail.com

Presentación

Nuestra relación con la muerte, con lo que se acaba, con lo que se transforma está condicionada y limitada por la cultura y la familia en la que crecemos, pero más allá de eso está lo que sentimos cada uno y una de nosotros/as. En nuestra mano está elegir si vivimos de espaldas a la muerte o la miramos de frente y esta es nuestra invitación: mirarla sin miedo.

Esta actitud, este gesto valiente y humilde comporta muchos beneficios personales, familiares y sociales y evita mucho sufrimiento innecesario, por eso nos parece de vital importancia seguir sembrando semillas blancas que nos ayuden a abrir los ojos, ampliar la conciencia y experimentar que el Amor es lo único que vence a la Muerte.

A lo largo del fin de semana, a través de reflexiones y dinámicas vivenciales trataremos de experimentar cognitiva, emocional y corporalmente las siguientes propuestas a las que les he llamado antídotos para perder el miedo a la muerte:

Objetivos

• Acercarse de manera cuidadosa a nuestra propia muerte

• Ser consciente de las creencias familiares, sociales y culturales que condicionan nuestra percepción de la muerte

• Tomar conciencia de nuestra relación con las pérdidas

• Valorar y cuidar lo que tenemos y queremos

• Dar el valor que la muerte tiene en cuanto al sentido de la vida

• Constatar que el Amor amortigua el miedo y el dolor por la muerte

• Experimentar los beneficios de vivir con conciencia de mortalidad

Dirigido a cualquier persona que:

• Considere la importancia de prepararse para la muerte

• Viva con inquietud la posible muerte de sus seres queridos

• Quiera acompañar a otras

• Quiera experimentar el valor de la vida

Metodología

A lo largo del fin de semana, a través de reflexiones compartidas, ejercicios vivenciales, arte y literatura trataremos de experimentar cognitiva, emocional y corporalmente las propuestas a las que he llamado “antídotos para el miedo a la muerte”

Los 8 antídotos

1. Presencia y percepción sensible

Acostumbrarse a la fuerza del presente. Despertar nuestra intuición y nuestra percepción sensible. Ir de lo burdo a lo sutil. Cada momento, importa. Ser nuestra propio/a testigo

2. Tomar conciencia de la interdependencia

La interdependencia es una relación de dependencia mutua y equitativa, donde todos los factores involucrados se benefician, complementan o cooperan.

3. Practicar la tolerancia y la paciencia

Practicar la paciencia y la tolerancia no es caer en un estado de resignación en el cual nos obliguemos a no actuar o a soportar. Elegimos qué situaciones nos van a perturbar y cuáles, no.

4. Acostumbrarse a la impermanencia

Podemos constatar a diario que la vida es cambio y, a la vez, sentimos la necesidad de seguridad y estabilidad. Sentimos la necesidad de ser consistentes, de ser alguien. Pero en realidad, ¿quién muere?

5. Apreciar la vida (propia y ajena)

La muerte de los otros recoloca nuestra posición, nos transforma. Si tenemos la muerte como compañera, cada momento de vida es agradecido y valorado. Contemplar la imagen de nuestra vida, cuál es la huella que estamos dejando. ¿Qué bello es vivir? ¿O no?

6. Practicar la generosidad y el altruismo

La práctica de la generosidad desmonta el egocentrismo y el individualismo que sólo proporcionan una felicidad temporal y pasajera y no da respuesta a los anhelos más profundos ni a la búsqueda de sentido.

7. Actuar desde la impecabilidad

La impecabilidad es el uso correcto de la energía. Ser impecable implica evitar las situaciones que consumen gran cantidad de ella e invertir en aquellas que sí nos van a beneficiar y nutrir.

8. Experimentar la inocencia

La inocencia es un estado de ausencia de deseos, un estado consciente de asombro ante la belleza y lo misterioso. La inocencia es aprender a desprenderse y fluir.

Ediciones Anteriores:

  • 10 y 11 de diciembre de 2022 (Donostia)
  • 29 y 30 de octubre de 2022 (Las Palmas)
  • 24 y 25 de septiembre de 2022 (Madrid)

«Buenos días Mar Llevo días pensando qué escribir… no sabía qué decirte, pero hoy es el día indicado y lo entenderás. Hoy valoro más que nunca la VIDA y esos mensajes que trasmites en tus formaciones. Sin conocerte de nada y por indicaciones de Nuria accedí a hacer mi primera formación contigo… y qué regalo! Qué bueno y qué puro todo lo que me transmitiste! Qué respeto y qué admiración hacia ti tuve! Pero todo eso cambió con la formación presencial, se multiplicó como los Gremlies. Que esa persona que admiraba incondicionalmente me hiciese “sentir” (a mi manera) fue maravilloso. «

Joanay sosa

«El curso sin duda me sorprendió porque no me lo imaginaba nada cómo resultó ser. Yo llevaba mi parte más racional activa y resulta que era la que menos necesitaba. He hecho un largo camino hasta que he integrado la muerte de mi madre, y el curso conectó con esa necesidad de conectar con ella pero a la vez cerrar un ciclo. No cambiaría nada la verdad, creo que fue muy grato el grupo que coincidimos, se me hizo cómodo. «

adela I.m.

«Mi experiencia del curso ha sido muy positiva. La muerte, que era una constante en mi vida, la veo más natural y aceptable aunque no quiero morirme pero esa es otra cuestión. Lo mejor que me llevé fue el grupo tan maravilloso que hubo allí y cómo trabajamos como si hubiéramos estado toda nuestra vida juntos. Cómo abrimos nuestro corazón y compartimos vivencias como si fuéramos hermanos. Me llevé mucho Amor y mucha generosidad. Tu forma de llevar el trabajo fue genial aunque faltó un poco de tiempo para terminar todos los puntos. A lo mejor, se podía haber alargado una horita más o algunas de las actividades acortarlas. Pero por otro lado, te digo que la emoción que allí se respiraba no sé si hubiera sido bueno alargarlo un poco más. En fin, que no dudes de que lo que conseguiste fue algo impresionante. Estaré siempre agradecida a mi amiga Nuria por decirme lo del curso porque para mí fue un fin de semana, dentro de todo lo que vivimos, excepcional. Por todo ello, te doy las gracias, gracias, gracias.

Encarna molina

«Me acuerdo mucho del curso que hiciste, para mí fue más como una terapia de grupo por todo lo que solté. Al principio todo me generaba expectación, no sé si es por el momento por el que estoy pasando y que tengo la sensibilidad tocada, pero sin haber empezado el curso ya estaba llorando sin parar, puede que fuera el sitio que ya guarda una energía diferente a otro espacio por todo lo que pasa allí. Me pareció alucinante observar cómo se fue transformando esa energía del sitio en la energía que se creó como grupo. Fue intenso y liberador, fue transparente y agotador. Ahora me preguntas cuáles son los 8 antídotos y sin tirar de chuleta no sabría decirte porque en realidad me quedé con sensaciones maravillosas y de momento es lo que me sirve. Hay veces que la vida, nos trae complicaciones o graves problemas, se encarga de colocarnos y nos hace valorar lo realmente importante, pues algo parecido me pasó en el curso. Tendríamos que hacer muchos cursos o charlas para seguir conociendo a la muerte. En cualquier caso, ese finde sembró en mí un cambio, como tu semilla de girasol y es el que ahora tengo que regar y trabajar para que se haga grande y luminoso. Agradecerte tu manera de transmitir las cosas y pensamientos, lo bien que me hiciste sentir y las risas que nos echamos.»

CRISTINA RODRÍGUEZ

» El taller ha influido de forma positiva en mi vida, estoy experimentando cambios y aunque tengo momentos duros en los que conectó con un dolor intenso, comprendo que la muerte forma parte de la vida. Estoy aprendiendo a desprenderme del cartel que llevo colgado y he empezado a decir «si» a mi misma y «no» a lo que se espera de mi. La pregunta, ¿me esperas? se la he hecho a mi marido y me ha producido mucha paz. A menudo leo los cuentos y escucho las músicas y me traslado a ese fin de semana mágico. Sigo profundizando en los materiales y me pregunto si siempre estarán en drive, o es conveniente descargarlos? No cambiaría nada del curso, me gustó mucho y durante un tiempo estuve anclada en ese recuerdo. Te lo debo a tí. Me gustaría seguir formándome en este tema, cuenta conmigo si hay ocasión. Muchas gracias por todo.»

nuria VICH